Frente a la posibilidad de que en Puebla se lleve a cabo una elección de estado, el gobierno federal ha decidido ingresar en la entidad para evitar que el PRI de Mario Marín implemente medidas clientelares para salvaguardar a sus candidatos y realizar la alquimia electoral que le permita a los priístas seguir en el poder.
El gobierno federal amenazó al gobierno priísta de Puebla por no jugar limpio. Eso quiere decir que el Partido Acción Nacional tiene un gran interés porque la elección del próximo noviembre termine por confirmar la identidad albiazul de los poblanos. Sin embargo, a muchos dirigentes del PAN estatal se les hace imposible columbrar la alternancia política y el cambio en la historia local. Pecan de flojera, desidia e ingenuidad; no contemplan que es el momento de actuar conjuntamente en cada uno de los municipios para quitarle el estado al PRI. Las divisiones internas y la falta de apoyo a los candidatos de regiones alejadas pueden limitar la fuerza azul y disminuir las posibilidades de triunfo.
No hay que equivocarse, es el momento de la identidad, del trabajo fuerte y colectivo para impulsar a los candidatos del PAN, a todos, en cada uno de los municipios y en cada uno de los distritos debe notarse la fuerza azul, la convicción humanista y el ideal por una patria ordenada, justa y generosa.
A trabajar, Panistas, a trabajar.
miércoles, 22 de agosto de 2007
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